Dar continuidad a una nueva joyería de vanguardia, la perfección del arte que da vida a piezas únicas, en las que predomina la belleza universal, como la llave de una puerta que se abre al mundo maravilloso de la fantasía.
Piedras preciosas y semipreciosas, perfectamente dispuestas sobre la nobleza del oro 18 kilates, reflejan las diferentes atmósferas de un cuento de hadas: el sueño de la princesa, la intensidad del amor, los matices de lo orgánico. Una gama de sentidos simbólicos y la determinación de comunicar su naturaleza onírica: formas y detalles que abren la posibilidad a experiencias estéticas del universo imaginario y mágico.